Incluso “hipotecado”, busca, compara y si lo encuentras mejor, cámbialo
Una de las decisiones más importantes que puedes tomar en la vida es contratar un préstamo hipotecario. “Hipotecarse” suele ser sinónimo de felicidad: la que conlleva adquirir una vivienda donde se desarrollará nuestra vida y crecerá nuestra familia. Sin embargo, también supone la responsabilidad de “atarse” al pago de una importante deuda que se va a prolongar durante muchos años.
Vivir en una sociedad en la que rige el principio de libertad de mercado y de competencia hace que existan opciones para mejorar las condiciones de dicha “atadura”. Una de las principales emana de la competencia entre las entidades de crédito para captar nuevos clientes, lo que las lleva a ofrecer mejores y más baratas hipotecas.
Así, podría suceder que tu hipoteca fuera buena en su momento pero que, ahora, se oferten en el mercado mejores productos (por ejemplo, a un interés más bajo). En ese caso, existe un modo de mejorar tu préstamo y que se ajuste a nuevas condiciones más ventajosas.
Ante todo, debes ser proactivo y buscar qué hipotecas hay en el mercado, consultando no sólo con tu entidad, sino también con sus competidores. Y es que, evidentemente, las condiciones no mejoran si nos conformamos con lo que tenemos. Debemos movernos.
Imaginemos que encuentras lo que buscas: una entidad te ofrece un tipo de interés más bajo que el tuyo actual. Pues bien, debes solicitar que se inicie el procedimiento para que se produzca la llamada “subrogación activa” en tu préstamo. Este proceso consiste en que el nuevo banco te hace una oferta vinculante (es decir, que no podrá echarse atrás) y el notario que elijas notifica a tu banco actual que deseas “marcharte” porque otra entidad te da mejores condiciones. En un plazo muy breve, tu banco deberá decidir si te iguala o mejora la oferta, o te deja marchar. En cualquier caso, sales ganando.
Todo finaliza acudiendo a tu notario a otorgar una escritura pública con las nuevas condiciones mejoradas de tu préstamo. Teniendo en cuenta que la subrogación está exenta del pago de impuestos y que las hipotecas son préstamos a devolver en mucho tiempo, por pequeña que sea la rebaja en el tipo de interés, cambiarse suele compensar los gastos.
Así que ya sabes, incluso “hipotecado”, busca, compara y si lo encuentras mejor, cámbialo.
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